Como dice el dicho popular «la primavera la sangre altera», y en esta estación del año la vida comienza a brotar de nuevo, la naturaleza se vuelve generosa y abundante, despertamos tras el letargo del invierno y la luz viene a llenar de color nuestros ojos y nuestras vidas. «Ha llegado la primavera».
Es un tiempo de gran movimiento y renovación de la energía, desde la profundidad de la tierra las semillas comienzan a brotar y los árboles se visten con las nuevas hojas, En el ser humano, la energía se mueve desde la profundidad de los huesos hacia los músculos y los tendones, todo ello requiere que el motor de la energía, nuestro hígado se ponga en movimiento.
Es muy significativo observar que al llegar la primavera, cuando la naturaleza sonríe y los días son más largos, algunas personas se sienten muy cansadas, cuando paradójicamente en el exterior todo invita a la alegría.
Esto sucede porque el motor de la energía, el hígado no tiene suficientes reservas para poner en marcha todo el movimiento de energía que la vida nos demanda en estos momentos y así aparece una forma de cansancio conocida como la astenia primaveral.
Cuidados Para El Hígado:
- Alimentación: es fundamental cuidar la alimentación para no sobrecargar nuestro hígado y darle el suficiente tiempo de descanso durante la noche para que pueda llevar a cabo su labor de limpiar la sangre.Entre los alimentos más beneficiosos están: Endivia, escarola, rábano y sobre todo la alcachofa que aumenta la secreción de la bilis y facilita el vaciado de la vesícula biliar, resulta indicada en caso de piedras en la vesícula. La bilis que se segrega después de comer alcachofas es menos densa y más fluida, lo cual descongestiona el hígado y así favorece sus acción desíntoxicante.