A menudo sucede que cuando corre por tus venas la sangre «emprendedora» quieres hacer muchas cosas, iniciar nuevas ideas, adentrate en otros proyectos pero… como suele decirse…»no te da la vida» y ya no sabes como sacarle mas horas al dia.. ¿Te ha pasado alguna vez?…
Pues dejame que te diga que eso ocurre porque no nos hacemos la pregunta correcta… La pregunta que solemos hacernos ante una nueva idea o proyecto es…¿Cómo hago esto? cuando en realidad deberiamos pensar en clave de » A quíen puedo conseguir para hacer esto por nosotros»...de manera que puedas hacer posible nuevas ideas e interesantes colaboraciones.
¿Qué podemos hacer?
Para alcanzar el éxito y un mayor nivel de rendimiento, necesitamos pasar de una mentalidad «como» a una mentalidad «quien». La idea es poner foco en identificar con quién trabajar en lugar de hacerlo todo por ti misma. Esto aumentará tus posibilidades y además, mejorará tu grado de libertad.
¿Beneficios de la mentalidad «quien»?
Si dejamos de poner el foco en cómo encajar más y más tareas en nuestro día podemos dedicar más tiempo a trabajar en aquello en lo que somos mejores y aporta mas valor para nuestro negocio y no emplear tiempo en tareas que hacemos con mayor dificultad (si bien son necesarias).
Cuando como emprendedora sigues en el juego de «manejar varias bolas a la vez», estás perdiendo muchas opciones de identificar nuevas ideas, nuevas lineas de negocio o productos; estás enfocada en miles de tareas y aunque te gustaría embarcarte en una idea más, literamente es imposible porque tienes más tareas que tiempo disponible.
Sucede con frecuencia que las ideas más creativas para tu negocio te surgen en momentos tales como en la ducha, conduciendo hacia tu oficina o lugar de trabajo o simplemente en medio de una actividad de ocio… porque es entonces cuando le das tiempo a tu mente y a tu intuición/experiencia para pensar…
Pero si todo el día estás a miles de frentes… ¿Cuando hay tiempo para nuevas ideas?…
Hay una frase que suelo compartir con mis clientes: en tu negocio identifica los momentos en los que necesitas trabajar «en el negocio» pero tambien reserva momentos en los que trabajes «para el negocio» (y generalmente estos ultimos son los que sacrificamos en favor de las famosas «urgencias» diarias).
- Cuando involucras a otras personas en el logro de tus objetivos inviertes tiempo, energia y recursos pero, al mismo tiempo, aumentas tu compromiso con tus propios objetivos y funcionas con más concentración y motivación. Tan solo con cambiar del «como» al «quien».
- Y un detalle adicional, este mecanismo tambien puede funcionar a la inversa…es decir, tu puedes ser el «quien» para otra persona, lo que te puede dar posibilidades nuevas o nuevos rumbos fruto de la colaboración y el trabajo en equipo.
Uno de tus desafios… la Procrastinación (postergación)
Uno de los mayores desafíos que enfrentamos como emprendedoras es la procrastinación, que con frecuencia es el resultado de tener demasiado que hacer. Puede ser el resultado de un enfoque «como» en lugar de un enfoque «¿quién?» Si descubres que procrastinas mucho, podría ser tu vocecilla interior diciéndote: «¡Vaya! El objetivo es asombroso y sería genial lograrlo. Pero no soy yo quien puede hacerlo. ¿A quién más puedo involucrar?»
¿Consecuencias de la procrastinación?
- Puede disminuir tu bienestar, generarte sentimiento de culpa y hasta depresión.
- Se diluye la confianza en ti misma, lo que dificulta la toma de buenas decisiones en el futuro.
- Limita tu potencial y hace que pierdas el impulso que proviene de avanzar en objetivos importantes.
- Puede impedirte perseguir metas más grandes y mejores en el futuro.
- Si te acostumbras a postergar las cosas, dejas de confiar y creer en ti misma.
¿Hay algo de positivo en mi procrastinación?...
Sí… cuando de lo que hablamos es de la convicción de que necesitamos involucrar a otra persona para que sucedan las cosas correctas. Y para eso necesitas 2 cosas:
a) entender muy bien tus metas
b) pensar en «quién» de puede ayudar con esto. (quien tiene las habilidades, las competencias y las conexiones para lograr lo que quiero).
Eso si… cuando logres hallar a esa persona, confia en sus habilidades y no trates de microgestionarla. Acuerda el marco y los resultados esperados, asi como la disposición de recursos pero no trates de controlarlo.
¿Como gestiono un gran objetivo?
Ya lo habrás oido… si quieres meter un elefante en un coche..¿como lo harás?… pues a «pedacitos»… De la misma forma un gran objetivo que quizás pueda llevarte meses o años se trabaja dividiendolo en metas y objetivos mas pequeños y haciendo pausas cada 2 ó 3 meses para evaluar su progreso.
Algunas de las preguntas que puedes hacerte son:
- ¿Qué hemos logrado en el último trimestre de lo que estamos especialmente orgullosas?
- ¿En qué áreas actuales de enfoque y progreso tenemos más confianza?
- ¿Qué nuevos desarrollos potenciales para el próximo trimestre nos darán la mayor sensación de entusiasmo?
- ¿Cuáles son las 5 áreas de crecimiento en las que podemos trabajar durante los próximos 90 días para aprovechar al máximo nuestro dinero?
- ¿Quién puede ayudarnos a lograr más en los proximos 90 días? ¿Cómo podemos agregarlos a nuestro equipo?
En ocasiones necesitarás de un profesional de las finanzas, en ocasiones de un mentor experto en negocios, en ocasiones de colaboradores para áreas especificas, … no temas identificar a quien pueda apoyarte pensando en el cómo vas a lograrlo.
En resumen
- Los emprendedores no vivimos en la economía de tiempo y esfuerzo de los empleados asalariados. Si no hay resultados, no habrá ingresos, lo que obviamente no es bueno ni sostenible
- Cuando empiezas a utilizar “quiénes” para lograr tus objetivos, descubres que puedes entablar relaciones de trabajo con personas increíbles. Si estás haciendo algo útil, que crea valor, y estás dispuesta a compartir ese valor con tus colaboradores, la gente de alta calidad estará dispuesta a trabajar contigo.
- Cuando colaboras, suceden cosas buenas. Te expones a las buenas ideas de otras personas. Una o varias de esas ideas podrían ser superiores a las que generarías por tu cuenta. Combinar tus ideas y tu perspectiva con las habilidades de los demás puede ser un gran motor de impulso a tus resultados.
¡Recuerda!...Cuando ya no estés atascada haciendo cosas en las que no eres tan buena, podrás dedicar más tiempo, energía y recursos para lograr un impacto como mejor te parezca. Puedes imaginar nuevas metas y hacerlas realidad, porque tendrás más confianza y una visión más amplia. Podrás perseguir tus sueños….¿No es por ellos que te hiciste empresaria?…